El dibujo, como herramienta de trabajo, es parte fundamental en la carrera de Arquitectura. Se podría decir que aprender a dibujar, para un arquitecto, implica aprender a pensar, a observar su entorno y a comunicar sus ideas. Este proceso permite que un pensamiento se pueda transformar en realidad permanente. En ese sentido, ante la relevancia que representa el aprendizaje de la técnica del dibujo en la formación de los arquitectos, el Consejo de la Facultad implementó, desde el semestre 2017-II, una estrategia que vinculó estrechamente esta disciplina a los cursos de taller en el primer año académico, donde se funda la base de la formación general de un arquitecto. Antes, los cursos de dibujo y taller se encontraban coordinados de manera independiente bajo tres o cuatro docentes distintos, que no contaban con dinámicas integradas para la coordinación y el monitoreo del aprendizaje de los estudiantes. No obstante, al reestructurar la coordinación de ambos cursos bajo un único equipo de docentes y al enfocar la enseñanza hacia una comprensión de la complementariedad de ambas disciplinas, se logró unificar el proceso de aprendizaje y comunicar a los estudiantes la importancia que esta herramienta tiene a lo largo de toda la carrera. Después de año y medio de implementada esta nueva estrategia, se logró alcanzar el consenso entre la plana docente de que los estudiantes eran más conscientes de la importancia de la relación entre el dibujo y el diseño. Asimismo, observaron que el conocimiento y las habilidades desarrolladas por los alumnos eran más uniformes y que la calidad de los trabajos entregados a lo largo de este tiempo reflejaba positivamente este cambio. Sin embargo, para fortalecer este proceso y hacerlo sostenible, era necesario consolidar el conjunto del material pedagógico. Se requería un material específico y actualizado para esta nueva estructura del curso, que proporcionara un soporte importante para la didáctica en clase y que, a su vez, se complementara con un material de referencia para las necesidades y el interés de todos los talleres de la carrera. De esta manera, los profesores contaban con un criterio único para el monitoreo y la evaluación de un amplio universo de estudiantes; mientras los alumnos, con un material diseñado específicamente para la clase y el aprendizaje independiente, que fomentaba el interés personal y facilitaba la posibilidad de ampliar el contenido cuando se quería ir más allá de lo explicado en el aula. En esta línea, el presente proyecto tuvo como objetivo: a) consolidar la metodología de la didáctica del curso a través de una herramienta digital, creando un material de soporte y de referencia para los profesores según la nueva estructura; b) investigar y retroalimentar el contenido actual de la didáctica en el mismo proceso de readaptación del material de soporte a la clase; y c) sembrar las bases para un nuevo sistema de monitoreo digital para la evaluación de los estudiantes.